
El faro de luz que deslumbra en Lumeville-en-Ornois un 24 de agosto de 1902, es con toda justicia, y muy posiblemente el del más grande historiador del siglo XX. Nos referimos, pues, al gran maestro Fernand Braudel. Con un padre matemático, se anima por la Ciencia médica, pero éste logra persuadirlo, y opta en definitiva por la historia. Conoce a Lucien Febvre, su estancia en Sao Paulo-Brasil por tres años comienzan a forjarle una visión holística del mundo. A su regreso a Europa en 1940 cae prisionero por el ejército nazi hasta el fin de la guerra en 1945. Una personalidad fascinante y con espíritu indoblegable logra a través de sus reflexiones y erudición redactar casi la totalidad de su tesis doctoral siendo prisionero. “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II” (1949).
Además de otras investigaciones y centenares de artículos en revistas especializadas, destaca también por ser el máximo exponente de la segunda corriente en L Ëcole des Annales.
La Responsabilidad del Historiador
Con una profunda y significativa reflexión comienza Braudel su disertación, acerca de las responsabilidades del historiador. La historia se encuentra en una encrucijada que dependerá mucho del método y de la agudeza objetiva, del tratamiento, sus programas y su respuesta. Con estas premisas, inaugura ante Le Còllege de France, la Cátedra de Historia de la Civilización Moderna. El imperativo que ocupa la atención es el hombre, su Tiempo y Espacio; qué, desde una perspectiva totalizadora, sale en defensa de la historia, considerándola como un: (-Hecho-Fenómeno-Proceso-) Pensamos que blinda el método histórico, ante cualquier amenaza, de no considerar la historia como Ciencia, y recurre a la lógica histórica, defiende el materialismo histórico pero como teoría económica, como proceso, en definitiva; es lógico demostrar, que toda causa produce un efecto, y, también reflexionar sobre contradicciones en un proceso, que al final cierran su ciclo. Un clásico ejemplo, son sus reflexiones acerca de la Revolución Francesa, siendo ésta, generadora de un gran impacto por las consecuencias transformadoras y las visiones ambivalentes que ahora tendrá el mundo sobre esta conmoción. Si para el Conde Saint Simon representó una meditación, un repensar aquel hecho trascendental –como lo fue desde luego la Revolución Francesa-. No faltaran los críticos feroces como Comte., Marx o Proudhon, que siendo discípulos terminaron luego polemizando con él mismo, no obstante, consideramos que será con Jacobo Burckardt, quien, desde la Universidad de Basilea, expresará con una antelación verdaderamente espeluznante que la Revolución Francesa, es apenas, el inicio de un ciclo que permeará toda Europa; y mucho más, al mundo entero. En cierto modo, será un siglo interminable, que será motivo para delinear conceptualmente hablando, nuevas formas políticas. Acá adquiere un valor de primer orden, el Discurso Histórico, ya que el pensamiento ilustrado, transitó de lo teórico, a lo práctico, es un cuerpo en movimiento, en definitiva. – afirma el autor- La realidad social obliga al historiador a perfilar con una visión certera y aguda la realidad del pasado, relatando en forma sistemática y ordenada, otra realidad, que debe ser verificada y, proyectarse en forma reconstruida.
Llama la atención, la acotación que el autor hace sobre los aportes de Charles V. Langlois y de Charles S. con su obra (Introduccion aux études historiques 1897) que, aunque superada, no dejó de nutrir con herramientas y valiosos consejos, el oficio del historiador de finales del siglo XIX.
La Crítica en el Trabajo Histórico
Con relación a la Crítica, -entiéndase interna y/o externa- el trabajo histórico es per-se un trabajo crítico, todo esfuerzo que no se oriente en función de ello, terminará por diluirse. La grandeza y trascendencia estriba en nuestro juicio, de ir más allá, de innovar, de construir una historia critica, reflexiva, humana y proyectiva. No por ello desecha los estudios de sus antecesores, sino que, por el contrario, los toma como materia prima –nos referimos a las fuentes- y luego mejora adaptándolos a una época del cual es observador en tiempo real.
Nuevas Concepciones en la Historia
Hay enfoques y concepciones, que cobraran una especial originalidad, y es que rompe, con los héroes quintaesenciados, y con la tan cacareada premisa que insiste por sobre todas las cosas, qué el hombre es el “protagonista de la historia”. Acá por ejemplo comenzamos a intuir los primeros peligros, en los cuales, no debe caer ningún historiador objetivo. ¡Terrible daño de la historia militante!
“Los hombres hacen la historia. No, la historia también hace a los hombres y modela su destino” (Trestschke H 1896)
Acá inferimos posiblemente dos críticas irónicas de Braudel; una dirigida a la intelectualidad positivista y la otra a los marxistas, ésta última presume en decir, que el hombre es el motor de la historia; pero, en definitiva, consideramos; que ni una, ni la otra logran el objetivo. Desde luego que no es tarea fácil, desprenderse de cargas subjetivas, ya que el hombre que escribe la historia, está enmarcado en una realidad social, que lo atrapa, seduce y, puede aflorar elementos de la subconsciencia en su narrativa.
Estructura y Coyuntura Histórica
La estructura y la coyuntura histórica, es otro elemento clave dentro de la teoría histórica; un nudo gordiano sujeto a dinámicas variables, una orientación totalizadora, de las disciplinas auxiliares y de las Ciencias Sociales; con relación a la primera, consideramos de primer orden las siguientes: La Vexilología, la heráldica, la demografía, filatelia, numismática, la genealogía, entre otras. Con respecto a la segunda tenemos que las más sólidas para Braudel son: La Economía y la Sociología por su carácter cíclico. Acá tanto Max Weber cómo Francois Simiand elaboran auténticas estructuras, tanto económicas, cómo sociológicas; la Antropología adquiere un rango de primerísimo orden en esta taxonomía, su exponente será Claude Lévi- Strauss; la geografía con Pierre Vilar, que será determinante para la movilidad tanto económica como social; si nos fijamos con atención, nos daremos cuenta, que se va configurando una “Historia Total”; ¡Es verdaderamente fantástica la genialidad de éste hombre! pero esto no termina acá, nos estamos aproximando quizá a lo más ingenioso de éstas fusiones de las Ciencias Sociales; y que van a tener su epicentro en Estrasburgo Université. El Maestro Ramón Tovar, por ejemplo, egresado del Instituto Pedagógico Nacional con sede en Caracas, Venezuela, es un vivo testimonio de los alcances del famoso Enfoque Geo-Histórico. ¡Vaya que sus aportes han sido invaluables! Por último, y no podía faltar entre estas ramas; la Filosofía, que permitirá la valoración, la crítica y la reflexión. La historia no es simplemente un antes y un después, es un movimiento que varía con el tiempo y el espacio, que se nutre de cualquier aporte que haya contribuido a mejorar su comprensión.
La Importancia de la Reconstrucción Histórica
¿Por qué es importante la reconstrucción histórica? Porque consolida el universo histórico, la historia no es unilateral, no está condicionada a un Choque de Civilizaciones, mucho menos a una Lucha de Clases como la visión reduccionista del marxismo defiende; es, ante todo, una interrelación que se da con diversos elementos, de allí lo novedoso, mientras más ingredientes intervengan, más rico en conocimientos y reflexiones. El observador -en este caso el historiador- debe mantenerse neutral, en cuanto a no quedar atrapado en la trama, desde luego, la defensa de los hechos con espíritu crítico, son fundamentales y no de manera arbitraria; es decir, mostrando una sola cara de la moneda, sino por el contrario, ambas, y que alguien juzgue, si actúa con objetividad no estará sujeto a la crítica.
Crónica Histórica y Relato
Ahora bien, hablaremos de un aspecto que ha suscitado grandes polémicas, y tiene que ver con la crónica histórica y el relato; temas por cierto muy jalonados, y es que no deben sólo, mostrarse los hechos, sino por el contrario, demostrarse -o por lo menos aproximarse- Es imperativo adentrarse en la realidad social, hurgar en las dinámicas internas que ocurren, entiéndase por dinámicas, elementos económicos, sociales, institucionales; y, el más importante a nuestro juicio, el de Civilización, éste representa, un transcurrir lento con sus rasgos estructurales y geográficos, que son los que dan fisonomía y espíritu.
La Deuda con Otras Disciplinas
¿Es necesario en la deuda hacia la geografía, o la Economía Política; o también la Sociología? La deuda son los aportes de gran valor, hechos por auténticos hombres de Ciencias humanísticas, nos referimos a Vidal de la Blache, Ernest Lavisse, Francois Simiand, Ernest Labrousse, Marcel Maus, en fin, sólo por citar algunos que enriquecieron el sentido de la nueva historia, para ocupar el sitial de honor que corresponde, por ello la lucha, el combate por una historia lógica, haciendo el oficio de articular, de ensamblar, hasta alcanzar el objetivo deseado. Con la concepción braudeliana se inicia y se cierra el ciclo de la estructura, ésta logra ser más aprehensible al aparato psíquico, cuando se ensambla con la Economía y la Sociología. Hay un caso que podemos usar de modelo para ilustrar esta concepción, nos referimos a la “Estructura económica y Social de la Venezuela Colonial” (Brito F.1963) Obra desarrollada por el Historiador venezolano Federico Brito Figueroa. Se considera asimismo alumno de Albert Soboul, en donde el fenómeno de larga duración es abarcado y precisado a través de semi-interciclos que imbrican a su vez otros fenómenos, que llama -de corta y mediana duración- Otro aspecto que nos parece pertinente abordar, y al que el autor de esta magnífica obra le da un rango de primer orden, es al de la Economía histórica, decimos esto por el claro aserto de que el tiempo no es lo fundamental para los historiadores económicos y sociales,-lo que si debe importar son los ciclos, los inter ciclos, los movimientos periódicos; es decir, una historia de ondas cortas. Abordar lo económico en tiempo de larga duración, nos haría correr el riesgo, de perdernos, a menos que nos apoyemos en la Geografía Regional, ésta nos permitiría situarnos en espacios económicos estables
Continuidad y Discontinuidad Histórica
La continuidad y discontinuidad histórica, se presenta como otro elemento perturbador, ya que las civilizaciones terminan por convertirse en una larga duración, que no logra ser vivida por la experiencia de quien la estudia; lo continuo y discontinuo están sujetos a rupturas estructurales en el ámbito social, fundamentalmente nos referimos al tiempo, una mentalidad, unos marcos; y, concretamente una Civilización económica. La historia es humana, es el hombre, el centro de su propósito, el ritmo debe ver la realidad, tanto del hombre como su entorno.
El Tiempo Histórico y las Periodizaciones
En este segmento, le dedicaremos especial atención, al tiempo histórico y a las periodizaciones de la historia desde la perspectiva braudeliana, nos toca ahora adentrarnos en su gran tesis. Acá intentaremos situarnos en pleno siglo XXI, para lograr una aproximación, sobre este complejo fenómeno y su impacto en la actualidad, visto como un reto a las investigaciones históricas actuales. No sin antes, analizar la concepción del autor en comento. ¿Cómo fundamenta y razona el tiempo histórico Fernand Braudel? ¿Son los acontecimientos históricos, los únicos elementos que segmentan las periodizaciones históricas? ¿Acaso su concepción de historia total es la que permite mayor lógica en la construcción de periodos históricos? Nos parece que ésta ultima aclara mejor el panorama. ¿Por qué?, las Ciencias Sociales han aportado y lo siguen haciendo en la actualidad, enormes herramientas que permiten una sólida arquitectura al edificio que aspira construir el historiador. Las realidades económicas, políticas y sociales van a ofrecer a la ciencia histórica, ese utillaje, que permitirá precisar en primer lugar, ¿Cuándo ocurre un hecho histórico? lo primero que debemos conocer, es la fecha y el lugar, vamos a tomar cómo experimento o como ejemplo significativo el asesinato del caudillo liberal, Jorge Eliecer Gaitán (9 de abril de 1948, Bogotá) éste sería el Hecho, Braudel lo denominaría suceso. El Acontecimiento o Fenómeno será el “Bogotazo,” nos referimos desde luego, al Paroxismo que sacudió a Bogotá y, que bañó las calles colombianas de sangre a mediados del siglo XX. El proceso histórico, serán las consecuencias de violencia que aún sacuden a la hermana República. De manera que acá pudiéramos decir: -El período de violencia que hoy sacude a Colombia se inició, el 9 de abril de 1948. Pero ojo, esto no es así tan mecánico, dependerá de la subjetividad de cada historiador. De manera que la gran tesis de Braudel aplicable desde que ocurrió este hecho histórico, sería el fenómeno de mediana y/o larga duración; o, el “Gran Período de la Violencia en Colombia”. (1948/2016)- diría algún historiador actual- (Briceño, W. 2000), pudiéramos enumerar otros ejemplos de períodos; la Guerra de los mil días, (1899/1902) y así….
La Hiper Especialización del Saber
La hiper especialización del saber científico ha fragmentado los lenguajes y, ha condenado a las ciencias del hombre, a visualizar un mundo en compartimientos estancos, no obstante, es una realidad ineludible, -de la que nos es difícil desprendernos- las fronteras de las Ciencias no pueden ser el muro de una dicotomía, por el contrario, la clave se encuentra, en cómo superar las dificultades. Las Ciencias Sociales actúan de manera autónoma, pero sin desvincularse de lo social en su totalidad. Los espacios de cada uno son franqueados, así, la Sociología permea a la economía; la historia que no es per-se estructurada se convierte en receptora de todas las lecciones y cuando pueda las repercute o digamos que refleja la influencia de otras disciplinas auxiliares.
La Investigación Colectiva en Estados Unidos
En Estados Unidos -país que desde mi asignatura se toma como un ejemplo comparativo de primer orden- se han creado auténticas controversias acerca de la investigación del fenómeno colectivo con relación a las divisiones culturales del mundo actual, no nos parece relevante enumerarlas acá, pero lo que si nos llama la atención es que la Geografía queda bloqueada en su totalidad y con respecto a la historia por el contrario, suele ser tratada con un reduccionismo limitado o un enfoque reducido. No obstante, no conocemos los resultados, ni es nuestro propósito saberlo, simplemente, graficar e ilustrar un poco, cómo se están abordando las ciencias del hombre, este aserto es desde la perspectiva de Braudel.
Un Llamado a los Especialistas
El llamado de atención, no está orientado simplemente a los historiadores, sino a todos los especialistas en diversas áreas, llámense, economistas, etnógrafos, etnólogos, sociólogos, psicólogos, lingüistas, demógrafos, geógrafos, matemáticos sociales y estadísticos; todos, en definitiva, lo que han hecho es jalonar la historia, es tiempo -dice- de ofrecerles algo. Toda investigación histórica desconfigura el pasado en mayor o menor medida si se ve influenciada en extremo por lo que un equilibrio en su enfoque sería conveniente, optando por realidades cronológicas más o menos conscientes y teniendo en cuenta los períodos que podemos ubicar en ella con la mayor claridad posible.
Referencias Bibliográficas
Braudel, F. (1970). La Historia y las Ciencias Sociales. Madrid: Editorial Alianza.
Braudel, F. (1966). Le Méditerranée et le monde méditerranéen à l’époque de Philippe II. México: Editorial Fondo de Cultura Económica.
Briceño, W. (2000). Gaitán: Después de medio siglo. Bogotá: Editorial Imprenta Nacional C.A.
Brito, F. (1963). La Estructura Económica de la Venezuela Colonial. Caracas: Editorial Imprenta Universitaria.
Bloch, M. (1931). Introducción a la Historia. México: Editorial Fondo de Cultura Económica.
Langlois, C. V., & Seignobos, C. (1897). Introducción a los Estudios Históricos. Alicante: Editorial Publicaciones de la Universidad de Alicante.
Treitschke, H. (2013). Historische und Politische Aufsätze. Paderborn: Salzwasser-Verlag.